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jueves, 5 de junio de 2014

NUESTROS ENCUENTROS. CON ARÍSTIDES MORENO. COMENTARIO DE ELENA GOPAR RODRÍGUEZ



El jueves 29 de mayo, todos nos vestimos durante las tres últimas horas de clase por motivo del día de Canarias con la ropa típica. Tuvimos la oportunidad de tener una charla con Arístides Moreno, un cantautor de Gran Canaria, más concretamente de la localidad de Gáldar. Personalmente yo pensaba que esta charla iba a ser completamente aburrida, fui estando enfadada y sin ganas de prestarle atención, pensando que sus canciones no me gustarían, pero a medida que la charla avanzaba se me fue todo el mal humor que tenía sin darme cuenta ya que él transmitía una positividad y un buen rollo impresionantes.
Me encantó asistir a ver a Arístides Moreno y escucharlo contar todas esas anécdotas que compartió con nosotros, me dio mucho que pensar cuando decía que no tenemos que pensar en el pasado y tampoco en el futuro todo el tiempo, porque nos puede producir ansiedad y no hay necesidad de eso, ya que deberíamos de centrarnos en el presente que es lo que importa, vivir el día a día como a nosotros nos gusta y no preocuparnos en pensar qué queremos ser el día de mañana, porque el día menos pensado sabremos a lo que nos queremos dedicar cuando seamos mayores, como él mismo dijo, nosotros ya somos algo a día de hoy y sabemos lo que queremos hacer en esta vida, y si lo hacemos sin hacerle daño a nadie y creando buen rollo a nuestro alrededor eso es lo que vale. Sinceramente este cantautor me resulta muy sabio con todo lo que cuenta, como por ejemplo, su opinión al respecto de la televisión, que estaba bien para ver una película pero que deberíamos alejarnos porque fuera tenemos muchas cosas que hacer y perdemos el tiempo en ver la televisión cuando podríamos estar en la playa o haciendo miles de cosas como disfrutar de nuestra naturaleza y amigos. Pero, sobre todo, me hizo pensar en que hay vida más allá del teléfono móvil y las redes sociales, porque nos estamos perdiendo muchas cosas que hay fuera, no disfrutamos cuando salimos al campo, a la playa o cuando estamos en familia por el simple hecho de que prestamos más atención al móvil que a lo verdaderamente importante en la vida. Al conectarnos en las redes sociales, al ver el estado de ánimo que tiene la gente se nos va contagiando y, al final, nuestra vida no es eso porque nosotros estamos aquí, vivimos aquí con unas circunstancias de vida probablemente diferentes a las que tendrán otras personas, viviendo la vida que nos tocó con la familia y amigos que nos tocó tener y es que tiene toda la razón del mundo. Tenemos que aprender a perdonar a todas aquellas personas que nos han hecho algún tipo de daño en nuestra vida y no por la religión sino por una cuestión de amor por nosotros mismos porque si no somos capaces de perdonar a la otra persona nunca sabremos perdonarnos a nosotros mismos y de esta manera viviremos “castigados”.
Me resultó bastante curioso todo lo que dijo de nuestro campo electromagnético,  cómo lo podríamos limpiar mediante la meditación, la respiración, etc. Dice que los problemas no existen, sino que los creamos nosotros y en cierto modo tiene toda la razón del mundo porque siempre le damos más importancia de la que debemos darle a los problemas porque como dice el dicho: “Si tu problema no tiene solución, ¿para qué te preocupas? Y si tiene solución, ¿para qué te preocupas?”. Hoy en día es muy raro ser amigos de los profesores fuera del instituto, y él en la charla decía que cuando estudiaba todos eran amigos de los profesores e incluso salían de fiesta con ellos, hablaban con ellos, etc. Eso les daba mucha más responsabilidad a la hora de estudiar ya que estaban trabajando con un compañero ya que no eran otra cosa. Los profesores cobran por su trabajo, pero nosotros no, tenemos que tener paciencia con ellos al igual que tienen que tenerla ellos con nosotros, y que tenemos que facilitar las cosas ya que estamos aquí obligados.
Me encantó cuando dijo que la gente tenía miedo a cambiar, pero que no tenemos que tenerle miedo ya que la función básica de cualquier ser vivo en este planeta es cambiar, evolucionar y conformarse con lo que hay. Evolucionar y no tecnológicamente sino emocionalmente porque tenemos que ayudarnos los unos a los otros porque vemos que nadie va a venir a ayudarnos, ni los extraterrestres ni nadie.
También nos contó que él en realidad cuando empezó a estudiar realmente fue cuando dejó de hacerlo, ya que comenzó a coger libros de ciencias, sin entender nada de lo que ponía en esos libros, pero siempre pensaba que poco a poco iría entendiendo lo que decían, y así fue. Realiza lectura empática, lee libros que no le generen conflictos, nervios, etc.
Este año será el último año en la música de Arístides Moreno, porque lleva veinte años dedicándose a esto y siente que en este tiempo trabajar de cara al público hace que en su campo electromagnético entre y salga muchísima gente a lo largo del día y está agotado de eso, también viene mucha gente que está mejor formada que él y debe dejar espacio para que ellos pasen. Arístides deja claro que él se dedica a la música por placer y por gusto y no por dinero, usó esta expresión: “Hacer de puta no me importa, pero con la música no”. Por último nos cantó varios de sus temas, la verdad es que me sorprendieron mucho porque pensaba que  no me iban a gustar pero al final resultó ser todo lo contrario.
Ha merecido bastante la pena asistir a esta charla con este gran cantautor y con esta gran persona, la cual nos transmitió a todos una enorme energía positiva y nos dejó con un buen rollo increíble, me encantó la forma de ser y de expresarse que tenía tan auténtica, ojalá tuviera a una persona al lado con esa alegría y con esa manera de ver la vida que tiene él, esta charla sinceramente es la que más me ha gustado de todas las que he tenido durante estos cinco años que llevo en el instituto, todas las personas deberíamos de mirar la vida con la misma perspectiva que la mira él.

                                                                                                                               Elena Gopar Rodríguez

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